Desde nuestra hermandad seguimos animando a todos aquellos hermanos y devotos a participar con sus donaciones, para ayudar a todas las personas necesitadas que a su vez sufren los efectos de la pandemia que está produciendo el COVID-19.
Durante todos estos días ya se ha entregado una gran cantidad de ayuda económica, que supone una inversión que ronda en torno los 4000 € tan solo en las semanas de confinamiento -que han ido directamente a parar a la iniciativa “Costaleros por nuestros mayores”-, a lo que debemos de sumar los más de 600 kilos de alimentos entregados a las Hermanas de la Cruz y el Convento de las Mínimas poco antes del inicio de esta situación y la inversión en compra de material para la creación de máscaras protectoras por parte de la empresa IBERSCAND 3D que como sabéis ha servido para proteger a los sanitarios en los momentos mas críticos, entre otras iniciativas.
Tan solo tenemos palabras de agradecimiento a todos aquellos que estáis colaborando y os recordamos, las tres vías que podéis utilizar para seguir sumando recursos y esfuerzos.
PRIMERA
Directamente realizando una transferencia al número de cuenta de la Bolsa de Caridad: IBAN ES23 0216 0431 8906 0084 6980 con el concepto DONACIÓN CORONAVIRUS.
SEGUNDA
Realizando la donación a través de la aplicación para dispositivos móviles “Bizum” al siguiente número: 607 80 76 03, recalcando en concepto DONACIÓN CORONAVIRUS.
TERCERA
Enviando un mensaje de texto al Whatsapp oficial de la Hermandad: 644 65 72 79, desde donde se le darán indicaciones de cómo proceder para entregar en efectivo el propio donativo.
IMPORTANTE
Si conocéis el caso de algún hermano que necesite cualquier tipo de ayuda, ya sea económica, material o para hacerle la compra, no dudéis en poneros en contacto con nosotros a través del Whatsapp oficial de la Hermandad: 644 65 72 79.
Sigamos pues con el espíritu que comenzamos hace poco mas de dos meses en la Campaña de Cuaresma, que se hace extensible durante todo el año.
“Acuérdate del necesitado, pues también tú lo eres; acuérdate del pobre, pues también tú lo eres; por mucho que nades en riquezas, estás vestido con trapos de carne”. San Agustín.
